¿Qué imágenes salen de la cámara y cuáles del ordenador? Los
espectadores cada vez lo tienen más difícil para diferenciarlo. Sobre
todo, cuando el ordenador añade efectos sutiles, por ejemplo, una meteorología
adecuada a la escena. Los actores, a su vez, ya no necesitan escalar fachadas
colgados de cuerdas. Ahora actúan delante de pantalla verdes y luego se
montan en la escena correspondiente.
Hace tiempo, todos los efectos visuales requerían
un gran trabajo manual. Para ello, los productores de películas tenían un
conjunto de trucos analógicos bastante respetables: pintaban fondos sobre
cristal (los llamados mattes) y colocaban a los actores de forma ingeniosa
en la escena. Luego, retocaban las imágenes con color, por ejemplo, para
eliminar objetos no deseados o utilizaban modelos o fondos (hasta 1973).
En 1982 (nueve años después), se creó la primera secuencia
de cine completamente generada por ordenador. Para ilustrar el “Efecto génesis”
en “Star Trek 2: La ira de Khan”.
Con el bombazo de Arnold Schwarzenegger “Desafío Total”, en
1990, se utilizó por primera vez una tecnología CGI que hoy es parte
del repertorio habitual del cine de ciencia ficción y fantasy: el Motion
Capturing. Con su ayuda, los directores puedes registrar los movimientos de
actores reales y transferirlos a un modelo generado por ordenador.
Para ello, los actores han de llevar un traje con numerosos
puntos de referencia. Estos puntos reflejan luz infrarroja, que es emitida y
recibida por un sistema de cámaras especial. Los actores se mueven en una
rejilla de coordenadas que acaba en el ordenador. Finalmente, un software
transfiere los movimientos al modelo digital.
Hoy en día, no hay un gran éxito que pueda pasar sin CGI.
Las posibilidades son sencillamente demasiado tentadoras y las imágenes del
ordenador son ya más baratas que los efectos convencionales.
Vídeo explicatorio de la evolución sufrida por los efectos
especiales en el cine:
Carmen Cobo Rizo
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