
El lunes se anunció en Estados Unidos que el FBI había
conseguido hackear el móvil de Syed Farook, un terrorista que mató a 14
personas el pasado 2 de noviembre en San Bernardino, California.
El iPhone de Syed es una pieza muy importante para
reconstruir paso a paso las acciones que había llevado a cabo aquel día. Por
ello el FBI, encargado de la investigación, exigió asistencia técnica a Apple para
entrar en el móvil; ya que los dispositivos de Apple tienen un sistema de
seguridad que borra todo el contenido si se introduce una contraseña incorrecta
varias veces.
La compañía se negó a proporcionar un modo de eludir los
sistemas de seguridad del iPhone alegando que se faltaban a los derechos
civiles de la era digital. Toda esta situación cambió el 22 de marzo cuando la
fiscal anunciaba que una “tercera persona” (ajena al caso) ofreció ayuda para
desbloquear el dispositivo sin dañar su contenido.
El FBI no ha dado a conocer ni el contenido, ni los métodos utilizados
para burlar la seguridad del dispositivo. Por último, la fiscal ha dejado sin
efecto la orden contra Apple, alegando que solo lo ha hecho porque han
conseguido entrar en el teléfono.
- María del Barrio León
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