
Reside aquí, fundamentalmente, el secreto de su gran éxito:
ofertar la posibilidad de hacer llegar las opiniones de los usuarios de dicha
red social a grandes y poderosas plataformas, empresas, programas de
televisión, instituciones, equipos deportivos, etc, además, por supuesto, de
ofrecer la posibilidad de establecer contacto con artistas y conocidas
personalidades de manera directa, pudiendo así transmitir cualquier mensaje a
ídolos y equipos.
Sin embargo, tras una masiva apertura de cuentas entre 2011
y 2012, cada vez toman más protagonismo las voces de aquellos que afirman que
Twitter está en desuso, más aún si lo comparamos con la enorme actividad que
registra Instagram, por ahora, su principal competidor. Podemos pensar, pues,
que este “termómetro social” no recoge ya la desmesurada temperatura de sus
comienzos.
Y es que el motivo de este reciente “sorpasso” (sustitución
de la segunda posición por la primera) de Instagram frente a Twitter, responde,
según algunos expertos, a dos razones principales: el poder de la imagen para
transmitir una idea o situación física o emocional, sin la necesidad de
acompañarla de ningún tipo de texto, y la veracidad del concepto, es decir, la
casi total garantía de que se trata de una fotografía tomada por el propio
dueño de la cuenta. Sencillamente, la cada vez más demandada “autenticidad”.
Miriam Arjona Jiménez
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