Aunque el ordenador todavía es relativamente joven en
nuestras vidas, los últimos tiempos, en cuanto a aparatos tecnológicos se
refiere, se han caracterizado por la flamante aparición y aceptación social de
numerosos dispositivos capaces de realizar funciones muy similares o idénticas
a las del ordenador. Entre estos dispositivos podemos identificar los ya
popularizados smartphones, tablets, TV con acceso a internet y diversas
funciones… por no hablar también de las posibilidades que ofrecen aparatos como
eBooks, iPad, iPod, Xbox, PlayStation, etc. En resumen, un sinfín de
alternativas.
La nueva interrupción en este competitivo mundo que se
mantiene en constante cambio viene de la mano de los relojes inteligentes: un
reloj inteligente (en inglés: smartwatch), es un reloj de pulsera dotado con
funcionalidades que van más allá de las de uno convencional. Los primeros
modelos desempeñaban funcionalidades muy básicas, pero los actuales ya son
capaces de acceder a internet, realizar y recibir llamadas telefónicas, enviar
y recibir emails y SMS, recibir notificaciones del smartphone e incluso
consultar las redes sociales. Muchas de las funcionalidades que integran ya
están disponibles en los smartphones, sin embargo, los smartwatches gozan de
algunas ventajas en lo que a comodidad se refiere.
Estos dispositivos pueden incluir características como un
acelerómetro, giroscopio, brújula, pulsómetro, barómetro, altímetro,
geomagnetómetro, geolocalizador (GPS), altavoz, micrófono, etc. También cuentan
con mecanismos de conectividad como el Bluetooth, NFC, WiFi, redes celulares o
USB.
Como podemos ver, se trata de toda una revolución, no sólo
en el campo tecnológico, sino también en la perseguida “comodidad del usuario".
Miriam Arjona Jiménez
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